Hay una regla que dice que los domingos siempre llueve. Al menos así lo cree él. Todos los domingos por la tarde, coge su libro rojo, pone su disco triste y se sienta en el sofá mirando a la ventana. Al principio, todos en casa pensaban que estaba loco, ahora ya se han acostumbrado.Y él, poco a poco, ha construido un mapa de las trayectorias más seguidas por las gotas en el cristal, y ha notado que muy pocas se resisten a caer y hacer un charco.